TEXTO: JUAN 4.15-19. MIERCOLES 16-08-2023 Ps. Jessica Alzamora

INTRODUCCIÓN: Hoy continuaremos con la serie Evangelizando como Jesús. Y veremos la segunda parte del estudio: Jesús evangeliza a la mujer samaritana. 

I. DEBEMOS BUSCAR CAPTAR EL INTERÉS DE LA GENTE

Jn. 4.15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

 

A.   JESUS LOGRA CAPTAR EL INTERÉS EN LA MUJER SAMARITANA 

B.   Las palabras de Jesús habían logrado despertar la curiosidad de la mujer, que en ese momento llega a pedir que le dé esta nueva clase de agua.

Sin embargo, parece que no había escuchado las últimas palabras de Jesús: “El agua que yo le daré será en él Una fuente de agua que salte para vida eterna“. 

C.   La mujer samaritana no dejaba de pensar en el agua física, pero Jesús se refería a verdades espirituales y eternas.

 Ella pensaba solo en su propia comodidad al no tener que ir hasta el pozo cada día a buscar el agua, pero el Señor le estaba ofreciendo la vida eterna. 

D.   La mujer samaritana es un buen ejemplo de las dificultades que el hombre natural tiene para entender la Palabra de Dios.[1]

 

II          DEBEMOS BUSCAR QUE LA GENTE RECONOZCA SU PECADO 

Jn. 4:16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. 

A.   Jesus busca que la samaritana reconozca su pecado. 

B.   De repente, Jesús da un giro inesperado en la conversación, pidiéndole que llamara a su marido. No le dice groserías, solo una frase que de seguro la puso a pensar ¿y Ahora a quien llamo?. 

1.    ¿Qué necesidad había de que su marido viniera para que ella pudiera recibir el agua de vida? 

2.    Le da una pauta para que la samaritana piense en su vida de desobediencia. 

C.   En realidad la presencia del esposo de la samaritana no era necesaria en este sentido, puesto que cada persona puede tener un encuentro personal con Jesús independientemente de lo que hagan los que le rodean, incluidos sus cónyuges en el caso de que la persona esté casada. 

D.   Por lo tanto, el propósito del Señor era otro. Él quería que entendiera que no se puede disfrutar de los beneficios del evangelio sin que previamente se enfrente el pecado con confesión y arrepentimiento. Y la samaritana, al igual que todos nosotros, tenía muchas cuentas pendientes en este sentido. 

Así que el Señor, perfecto conocedor de la vida de esta mujer, llamó su atención sobre algo que a ella le causaba un dolor y frustración especial: su fracaso matrimonial y su inmoralidad sexual. 

E.   Evidentemente, toda la vida de esta mujer era como un libro abierto delante del Señor. La samaritana estaba descubriendo que no había nada que pudiera ocultarle. Y el Señor usó este conocimiento para arrojar luz sobre su conciencia con el fin de mostrarle cuán grande era la necesidad que tenía de purificación y perdón.

 

III         DEBEMOS CONFRONTAR A LA GENTE CON SU PECADO

17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. ….. 

A.   JESÚS CONFRONTA A LA SAMARITANA CON SU  PECADO 

B.   La mujer respondió de una forma un tanto brusca y cortante: “No tengo marido”. Parece que se había puesto en guardia. Tenía miedo de ser desenmascarada y expuesta a la luz. Pero ¿por qué le molestaba el tema? No tener marido no es ningún pecado. Podía estar soltera, o incluso ser viuda, y no por eso debería sentirse acusada. 

C.   Pero tanto ella, como el Señor, sabían que su respuesta era sólo una verdad a medias. Así que, ante la sorpresa de la mujer,. “Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido, porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad”. Juan 4.17B-18. 

D.   El Señor fue directo al asunto, no lo camufló ni lo adornó. Llamó a las cosas por su nombre y con ello puso al descubierto su pecado. Por supuesto, esto tuvo que ser muy doloroso para ella, pero.. 

Sólo cuando la persona empieza a sentir su culpabilidad y fracaso, es cuando Dios puede hacer algo por el bien de su alma. Sólo quien se reconoce enfermo va al Médico[2]. 

Lucas 5:31–32 (RVR60) — 31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. 

E.   Cuando evangelicemos debemos encontrar la manera de confrontar el pecado, por eso algunos hermanos utilizan los diez mandamientos para ayudar a la gente a reconocer que le ha fallado a Dios, que necesita pedirle perdón y poner su fe en Jesús porque por medio de Él somos perdonados y salvados. 

F.    La mujer samaritana estaba realmente muy  necesitada. Por un lado había tenido cinco maridos. La misma cantidad de matrimonios, seguramente en rápida sucesión, eso muestran su fracaso y tragedia. 

Y finalmente, dejando a un lado la “formalidad” del matrimonio, la mujer estaba viviendo con un hombre con el que no se había casado. Y aunque ella quisiera justificarlo, algo que no parece que hiciera, estaba viviendo en pecado. 

G.   Habiendo llegado a este punto, es importante que nos demos cuenta de cómo valora el Señor ciertos comportamientos que han llegado a ser “normales” en nuestros días. 

1.    Por un lado están aquellos que acumulan divorcios y nuevos matrimonios. La idea de una unión para toda la vida parece haber quedado obsoleta en la mente de la mayoría. 

2.    Los actores, cantantes y deportistas son los que ahora parecen moldear el carácter de las nuevas sociedades, Quizá se nos presenten como abanderados de la libertad, pero según la forma en la que el Señor trató el asunto con la mujer samaritana, todo esto no hace sino sacar a la luz su deterioro moral y su vacío existencial. 

3.    Y por otro lado, están aquellos que “pasan” del matrimonio y conviven con un hombre o una mujer sin legalizar su situación. 

H.   Notemos que tampoco esto fue aprobado por el Señor. Sigamos el ejemplo de Jesús que llamó a las cosas por su nombre.

 

IV        DEBEMOS LLEVAR A LA GENTE A ARREPENTIRSE DE SU PECADO 

A.   Al intentar ganar almas para Cristo, nunca hemos de evitar la cuestión del pecado. Sólo los que reconocen que están perdidos y se arrepienten pueden ser salvados. Pero ¡cuán pocos son los que están dispuestos a admitir su situación. 

B.   Pienso que en esta parte podría ayudarnos el método evangelizando con los diez mandamientos que dice: ¿Que clase de persona crees que eres? ¿Buena o mala?, generalmente todos dicen soy bueno. Analicemos lo que dice la ley de Dios, porque si hemos fallado en algo de la ley de Dios, eso quiere decir que somos pecadores y los pecadores no son buenas personas. Con esta confrontación podemos ayudar a la gente a reconocer su pecado. Y animarlos a hablar con Jesús, buscar su perdón y ayuda.

 

V         DEBEMOS ESPERAR QUE EL SEÑOR ABRA LOS OJOS DE LA GENTE 

19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. 

A.   Dios obró en la samaritana de tal manera que reconoció que Jesús era el Mesías y Salvador que estaban esperando. 

B.   El conocimiento de la vida íntima de la mujer fue una manifestación de la Omnisciencia del Señor. 

(He 4:13) “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” 

C.   La mujer no niega lo que Jesús había dicho sobre ella, sino que más bien no puede ocultar su sorpresa y admiración, llegando a reconocer la posibilidad de que Jesús fuera profeta. 

D.   Y esto es muy significativo, porque como ya hemos dicho, los samaritanos sólo creían en el Pentateuco, es decir, los cinco primeros libros de la Biblia, por lo tanto, ellos no esperaban un rey, sino un profeta. 

Deuteronomio 18:15 (RVR60) — 15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis; 

E.   Así que, cuando dijo que le parecía que Jesús era profeta, estaba diciendo que había empezado a sospechar que él era el Mesías y salvador que estaban esperando.

 

CONCLUSIÓN:

 I           BUSCAR CAPTAR EL INTERÉS DE LA GENTE      

II          BUSCAR QUE LA GENTE REFLEXIONE EN SU PECADO

III         CONFRONTAR A LA GENTE CON SU PECADO

IV        LLEVAR A LA GENTE A ARREPENTIRSE DE SU PECADO

V         ESPERAR QUE EL SEÑOR ABRA LOS OJOS DE LA GENTE


[1] https://www.escuelabiblica.com/estudios-biblicos-1.php?id=116

[2] https://www.escuelabiblica.com/estudios-biblicos-1.php?id=116 .

Categorías: Sermones

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